Santosha y Ahimsa
Pertenecen a los Yamas y Niyamas de los "Yoga Sutras de Patanjali"
Son principios que nos ayudan a llevar una vida más armónica. A sacarnos las gafas del ego y a alcanzar una mayor comprensión y un corazón más abierto.
Santosha
Literalmente traducido como "contentamiento", Santosha es mucho más que aceptación.
Es tener la capacidad de valorar y agradecer cada pequeño detalle de tu vida y no vivir desde la carencia o la queja constante. Es parar y tomar consciencia de la grandiosidad de estar vivo/a, disfrutar del aire que respiras y de este cuerpo que te sostiene y que, por más defectos que le saquemos, ahí está acompañándonos cada día, nutriéndonos, siendo un canal de comunicación, de interacción, de experiencias, de aprendizaje, de placer.
Santosha es vivir sin expectativas. Fluyendo con la vida, con el entorno, con tus emociones en el momento presente. Eso no quiere decir no tener propósitos ni metas. O vivir en un falso positivismo, evitando confrontaciones a toda costa y dándole la espalda a las dificultades que se presenten en el camino. Es aprender a tener una visión global. Discernir entre trabajar un sueño o defender unas ideas y saber cuando, en lugar de eso, nos estamos aferrando a un pensamiento que nos genera sufrimiento por ego, por apego, por miedo, por orgullo, sin ser capaces de aceptar que esa lucha no trae crecimiento alguno y que nosotros/as mismos/as nos estamos recreando en ese sufrimiento, alimentándolo.
Comparto una cita del teólogo estadounidense Reinhold Niebuhr. Así empieza su conocida "Oración de la Serenidad":
Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar,
valor para cambiar lo que si soy capaz de cambiar
y sabiduría para entender la diferencia.
(Al estar redactada por un teólogo, él le pide esa claridad a Dios, pero tú puedes referirte a ti mismo, pues la divinidad está dentro nuestro. Puedes respirar profundo, buscar la calma en ti e intentar tener una visión más objetiva. Puedes meditar conectándote con tu intuición, con tu Ser Superior, Consciencia Suprema o enfocarlo desde el término que a ti más te resuene)
Santosha es aprender a entender el porqué de las cosas, desarrollando una sensibilidad especial. Es decidir ser feliz hoy. Es no atraparse en el inconformismo o los apegos y saber conectar con la gratitud y la plenitud, pese a los imprevistos de la vida, es trabajar la RESILENCIA.
Vivimos en una sociedad consumista y eso estimula que nos sintamos constantemente insatisfechos, incompletos. Enfocando la felicidad como un destino al cual llegaremos mediante nuevas adquisiciones, ya sea conocimiento, dinero, trabajo o cualquier otro cambio en nuestra vida. Pero esa creencia nunca se ve saciada, es una mentira. Si volcamos nuestra felicidad a situaciones externas, estamos evadiendo nuestra responsabilidad de encontrarla en nosotros. La felicidad reside en ti, en este momento presente, en saber valorar tu vida, con lo que llega y lo que se va. Si con todo lo que tienes no eres feliz, con lo que no tienes tampoco lo serás, no te engañes. Quizá temporalmente si, pero el bucle volverá si no aprendes a disfrutar y amar tu día a día y a ti mismo/a.
Ahimsa
La "No-violencia". Empezando, como siempre contigo mismo/a. Respetar y aceptar todo aquello que no te gusta tanto de ti. Respetar que un día estés más sensible, más cansado/a, más ofuscado/a. Sin victimismos, sin empequeñecernos. Trabajando en un diálogo interno sano. Nos abrazamos metafórica o literalmente y nos reconocemos en todas nuestras facetas, desde una mirada amorosa y compasiva, escuchando a nuestro/a niño/a interior y atendiéndolo/a. Otorgándonos ese autoapoyo.
Tú puedes ser tu mejor amigo/a o tu peor enemigo/a, escoge. Piensa si los reproches o las exigencias que te haces se las harías a alguien que quieres mucho. La respuesta probablemente sea NO.
Ahimsa es desarrollar esa sabiduría más del corazón que del intelecto, para poder sentir, comprender, aprender y avanzar. Creciendo como seres completos y felices con la capacidad de dar(nos) y recibir amor. Ahimsa es la sabiduría mágica de la compasión, de una sensibilidad que todo lo ve.
Y, desde aquí, sigo sembrando hacia fuera también. Porque mi relación con el entorno es un reflejo de la que tengo conmigo mismo/a. Si he aprendido a ser amable y paciente conmigo, podré serlo con lo demás, incluso cuando esa persona no me está mostrando su mejor faceta.
Ahimsa es empatía y por eso se asocia mucho al veganismo. Pero recuerda siempre ser amable y paciente contigo y si esa dieta, a día de hoy, no resuena en tu corazón, es importante te escuches y lo respetes. Cada uno/a tiene su proceso y está bien así.