"El Campo" y la coherencia cardiaca.
El campo es una red sistemática de relaciones.
La Teoría de "El Campo" en la terapia Gestalt, viene de la física y fue aplicada a la psicología por Kurt Lewin, Psicólogo polaco en la primera mitad del siglo XX. Lewin pensaba en las personas como complejos campos de energía. El campo de cada persona él lo llama: Espacio vital. No se refiere a distanciamiento social, ni nada parecido, sino a tu propia energía, incluso tu historia personal, que hace que vibres de una manera u otra, al campo electromagnético de tu corazón.
El corazón contiene un sistema nervioso independiente, con más de 40.000 neuronas y una compleja red de neurotransmisores. Gracias a esos circuitos, el corazón puede tomar decisiones, independientemente al cerebro. Puede aprender, recordar y percibir. De hecho, se ha comprobado que el corazón es el primero en tratar la información que después pasa por el cerebro. Por lo tanto, nuestra percepción de la realidad se filtra por el corazón, influenciando en nuestras sensaciones, pensamientos y emociones.
Nuestro campo electromagnético se extiende alrededor del cuerpo entre dos y cuatro metros, así que, todos los que nos rodean reciben la información energética contenida en nuestro corazón y esta cambia en función del estado emocional.
Cuando sentimos emociones como, compasión, motivación o gratitud, nuestra vibración es alta y las ondas amplias y regulares. En cambio, cuando sentimos rabia o miedo, la frecuencia es desordenada y con ondas incoherentes.
El amor, realmente, no se cataloga como una emoción, es un estado de conciencia inteligente del "cerebro" del corazón. Está demostrado, que cuando el ser humano utiliza el "cerebro del corazón" crea un estado de coherencia biológico, todo se armoniza y funciona correctamente, es una inteligencia superior que se activa a través de las emociones positivas.
El campo en la terapia Gestalt:
¿Qué factores del campo influyen en nuestra historia personal, en nuestro propio campo, espacio vital o la manera en la que vibramos?:
- Las experiencias que nos acompañan.
- El momento histórico que estamos viviendo
- La cultura y grupo social en que vivimos
- Nuestra forma de ver lo que está ocurriendo y las emociones o pensamientos que florecen de esa percepción.
Por campo también nos referimos a la suma de varias energías (cada una con su propio campo o "espacio vital") que coexisten en una misma situación. Lewin trajo a la psicología conceptos de la física, explicando que las diferentes fuerzas que interactúan en una situación están todas implicadas en el resultado de ese encuentro.
Es un principio de "causalidad", donde ninguna parte del campo debe ser excluida ni considerada a priori como no pertinente. Todas son relevantes y están relacionadas entre sí, todo influye y actúa a la vez. Esta teoría está muy presente, por ejemplo, en las constelaciones familiares y también en la astrología.
El contacto es la relación entre un organismo y el entorno, es la manera en que influye el campo de unas sobre las otras. Es el intercambio de información entre nuestro propio campo y el del entorno. Esta interacción está sujeta a constante cambio.
La "autorregulación organísmica", es la adaptación constante que hacen las diferentes fuerzas al interactuar entre sí, lo que el Instituto HeartMath llama "Coherencia cardiaca".
El "ajuste creativo" son las medidas que toma el organismo, el sujeto, para satisfacer sus necesidades, dentro de lo que el entorno le ofrece y mantener cierta sinergia.
La coherencia cardiaca.
El Heartmath Institute descubrió que nuestras emociones están incrustadas en el campo electromagnético del corazón. Su declaración fue la siguiente:
"Este sistema de comunicación nos conecta energéticamente con los otros y nos ayuda a explicar por qué podemos sentir el estado emocional de otra persona antes de que su lenguaje corporal o su tono de voz nos indiquen o den pistas acerca de ello".
El campo electromagnético del corazón está acoplado a campos de información que no están limitados por las barreras del tiempo y espacio y, por lo tanto, pueden responder a preestímulos de información relacionada con eventos futuros, antes que lleguen a materializarse.
Las señales que el corazón envía al cerebro afectan a centros relacionados con el pensamiento estratégico, la reactividad y la autoregulación. Además, el corazón inhibe la producción de cortisol (la hormona del estrés) y liberta oxitocina, asociada al amor y los lazos afectivos.
El corazón envía información a través de su campo electromagnético, que, a su vez, está influenciada por la que recibe de campos ajenos y viceversa. Todo está conectado. Si este intercambio de información es coherente, es decir, acorde, los sistemas del cuerpo funcionan de correctamente. Pero si se transmite información incoherente, los sistemas del cuerpo se vuelven incoherentes y el organismo puede enfermarse, tanto físicamente como emocionalmente.
La coherencia cardiaca y su relación con el universo.
Este hecho nos recuerda que siempre nos debemos hacer responsables de nuestro propio bienestar y el universo nos va a recordar nuestro trabajo pendiente. Por ejemplo, si yo quiero estar siempre muy zen, pero tengo un problema en poner límites, en afrontar el conflicto y en valorarme, cuando se den situaciones que requieran este trabajo y no me haga cargo, habrá un desajuste en mi organismo. Ya sea a nivel físico o emocional. Porque el intercambio de energía no ha sido coherente. No se trata de liarnos todos a gritos y si tú me ofendes, yo te ofendo más, para nada. Pero si tú estás evitando un tipo de energías en concreto, porque no las sabes gestionar y te reprimes, huyes o incluso te excedes, el campo te va a recordar que ahí tienes un trabajo pendiente.
Y aprovecho la ocasión para citar, como no, al gran Carl Jung:
Hasta que no te hagas consciente de lo que llevas en tu inconsciente, este último dirigirá tu vida y tú le llamarás destino.
Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de la vida, fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario para aprender lo que enseña el drama de lo sucedido. Lo que niegas te somete; lo que aceptas te transforma.
Aquello a lo que te resistes, persiste.
Su visión se aclarará, solamente, cuando usted puede mirar en su propio corazón. Quien mira hacia afuera, sueña; quien mira hacia adentro, despierta.